En el funeral de un albañil, un hombre desconocido por la familia llora amargamente, se le acerca la mujer del difunto, y dice:
-¿Era usted amigo suyo?
-Si
-¿Le quería mucho?
-Si, sus últimas palabras fueron para mi.
-¿Ah, si? y ¿cuáles fueron?
-pancho, no muevas el andamio.
sábado, 4 de agosto de 2007
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